Artritis Reumatoide

 •  Concepto

 •  Inicio y desarrollo

 •  Manifestaciones clínicas articulares

 •  Manifestaciones clínicas extraarticulares

Concepto

La artritis reumatoide es la más frecuente de las enfermedades difusas del tejido conectivo.

Su causa es desconocida.

Se manifiesta clínicamente por una poliartritis simétrica de aparición simultánea y aditiva y, por supuesto, crónica (más de cuatro semanas).

Afecta fundamentalmente a las pequeñas articulaciones de manos y pies.

El 70% de los pacientes tienen factor reumatoide (+).

Se acompaña de nódulos reumatoideos en un 20% de los casos, y de otras manifestaciones extraarticulares, provocando importantes deformaciones e invalideces en su evolución.

Tiene una relevancia social importante debido a su elevada frecuencia (entre el 0,3 y el 1% de la población), apareciendo generalmente entre los 40 y los 60 años. La relación mujer/hombre es de 3/1.

Inicio y desarrollo

La artritis reumatoide se produce en personas genéticamente predispuestas. En ellos se forman anticuerpos y linfocitos T que se dirigen contra las propias estructuras orgánicas (fenómeno autoinmune). Unas veces contra antígenos de determinadas células y otras contra elementos exógenos como fragments víricos depositados en las células

Se produce una inflamación en las membranas sinoviales de las articulaciones, la sinovial de las vainas tendinosas, el interior y alrededor de los vasos sanguíneos y en otras localizaciones.

A nivel de la membrana sinovial se produce una inflamación, volviéndose gruesa y edematosa. Con el tiempo va proliferando, y se producen vellosidades hacia el interior de la articulación, lo que aumenta la secreción de líquido sinovial y por lo tanto hay derrame. Estas vellosidades acaban pegándose a los cartílagos articulares, destruyéndolos por completo, para luego hacer lo mismo con la superficie ósea articular. Se produce además osteoporosis de los extremos óseos (osteoporosis yuxtaarticular).

También se produce inflamación, fibrosis y retracción de la cápsula articular. Lo mismo ocurre con los ligamentos periarticulares, que muchas veces se calcifican.

Como consecuencia se altera la morfología articular. Por ello se producen alteraciones de la alineación ósea, por lo que se producirán luxaciones y subluxaciones, y por ello importantes deformaciones e invalideces.

El mismo proceso ocurre en las vainas tendinosas, lo que conduce a la calcificación y a su rotura.

En los vasos sanguíneos, la inflamación da lugar a vasculitis alrededor y en el interior de los vasos pequeños y medianos. El infiltrado inflamatorio alrededor de los vasos da lugar a los nódulos reumatoideos. En el interior se produce una obstrucción trombótica, y por lo tanto el tejido irrigado por ese vaso se necrosa.

La inflamación también afecta a los ojos, la pleura o pulmón y el pericardio.

Manifestaciones clínicas articulares

Poliartritis simétrica simultánea o aditiva (más frecuentemente aditiva): afecta principalmente a la muñeca, las articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas, las metatarsofalángicas y las rodillas. A lo largo de la enfermedad puede afectar también al resto de las sinoviales (codo, hombro, cadera, ATM, atlo-axoidea, interapofisarias...)

Al inicio de la enfermedad (10-15 meses) las articulaciones presentarán:

 •  Dolor inflamatorio: constante, persistente, contínuo, agudizaco con el movimiento, no desaparece con el reposo, aumenta por la noche y provoca rigidez matutina de más de una hora.

 •  Impotencia funcional, por la pérdida de movilidad de las articulaciones.

 •  Aumento del tamaño articular (tumefacción) por el derrame articular, por el engrosamiento de la sinovial y la inflamación de los tejidos blandos periarticulares.

 •  Calor

 •  No enrojecimiento a muy leve

 •  Contractura muscular refleja

 •  Atrofia muscular

Cuando la enfermedad está avanzada:

 •  Destrucción del cartílago articular y el hueso

 •  Engrosamiento y retracción de la cápsula articular

 •  Calcificaciones

 •  Alteraciones retráctiles en los tendones

 •  Atrofia muscular

 •  Deformaciones importantes, que llevan hasta la invalidez

  • Desviación cubital de los dedos: dedos en ráfaga. Por luxación y subluxación de la articulación metacarpofalángica.
  • Dedo en cuello de cisne: interfalángica distal en flexión y proximal en extensión.
  • Dedo en gatillo: hiperextensión de la primera falange y flexión de la segunda y la metacarpofalángica.
  • Dedo en martillo: flexión de la falange distal.
  • Codos en flexión.
  • Muñecas en flexión.
  • Hombro en aproximación
  • Pies: hundimiento del antepié, hallux valgus y dedos en martillo.
  • Rodillas en varo o valgo.

Manifestaciones clínicas extraarticulares

 •  Síntomas generales: astenia, anorexia, pérdida de peso, fiebre.

 •  Vasculitis: inflamación de los vasos. Podrían afectar a cualquier vaso, pero suelen afectar a los cutáneos, a los de los nervios y a los intestinales (úlceras isquémicas, neuropatías y necrosis intestinales). Además da lugar a nódulos reumatoides (20%) muy característicos de la artritis reumatoide, que se suelen localizar en el tejido celular subcutáneo o en los tendones, pero siempre alrededor de las articulaciones. Son formaciones redondeadas con cuatro características: indoloros, tamaño variable, consistencia firme y desplazables.

 •  En los ojos: la esclerótica es tejido conjuntivo, por lo que se produce escleritis (lagrimeo, parpadeo frecuente, dolor y sensación de cuerpo extraño, enrojecimiento). La complicación más frecuente es la perforación de la conjuntiva.

 •  Laringe: la articulación cricoaritenoidea es sinovial, por lo que se puede inflamar. Da lugar a dolor, sensación de cuerpo extraño y afonía (ronquera)

 •  Pleuropulmonar: inflamación (pleuritis) y nódulos pulmonares con las mismas características.

 •  Corazón y pericardio: pericarditis.

 •  Otras alteraciones: bursitis, roturas tendinosas y osteoporosis.