Enfermedad de Dupuytren
• Definición
• Clínica
• Fisioterapia
• Definición
• Clínica
• Fisioterapia
Es una lesión de causa desconocida, que afecta a las palmas de las manos.
Su característica fundamental es la retracción y engrosamiento de la aponeurosis palmar media y de otros tejidos de la palma de la mano (dermis, tejido subcutáneo, ligamentos, cápsulas articulares...) lo que lleva a una deformidad en flexión de los dedos de la mano. Afecta principalmente al cuarto dedo, y después al quinto. Mucho menos al tercero y en muy raras ocasiones al primero o al segundo.
Afecta principalmente a varones entre los 50 y 60 años, siendo muy rara antes de los 30.
Aunque no se sabe cual es su origen, se suelen acusar como elementos favorecedores a microtraumatismos repetidos, traumatismos, factores familiares, profesionales, diabetes o incluso causas nerviosas.
• El primer síntoma suele ser una induración subcutánea en la zona palmar central.
• Más tarde aparecen nódulos que van creciendo hacia la base de los dedos cuarto y quinto. No suelen ser dolorosos ni provocar molestia alguna.
• A partir de aquí, desde estos nódulos se desarrollan unos cordones subcutáneos hasta la base de la palma y hasta los dedos afectados.
• Después de esta fase, es cuando empieza a desarrollarse la retracción en flexión de la articulación metacarpofalángica y luego de la interfalángica proximal en los dedos afectados. Esta retracción llega incluso a levantar la piel en forma de cuerda de arco.
• Debido a la retracción, se pierde la extensión de los dedos afectados, pero como los tendones flexores no se ven afectados, la flexión no se altera.
• En fases finales la piel de la zona retraída se engrosa, el tejido celular subcutáneo se atrofia y la piel se une a la fascia palmar.
• No suele provocar graves molestias, pero sí una importante incapacidad funcional.
• Preoperatorio o formas leves: se realizan masajes en la palma de la mano y estiramientos suaves de la musculatura retraída. Se potencia la musculatura extensora isométricamente y se aplican ultrasonidos subacuáticos.
• Postoperatorio inmediato (1ª semana): medidas para evitar el edema postoperatorio y movilización de las articulaciones del miembro superior no inmovilizadas. Si se puede, movilizar los dedos de forma activa desde los primero días.
• 2ª y 3ª semanas: masaje circulatorio y cicatricial (si no hay injertos cutáneos), drenaje linfático. Recuperación articular y muscular progresiva. Si la cicatrización no es buena, láser y ultrasonidos.
• Cuando la cicatrización esté finalizada: masajes, drenajes y baños de parafina. Recuperación completa de los recorrido articulares y de la fuerza muscular mediante mecanoterapia. Ejercicios de coordinación y propiocepción.